Ubicada en el barrio Lourdes, esta casa de pasillo único originalmente contaba con un patio interno que dividía los espacios, lo que impedía la entrada de luz natural. El objetivo principal del proyecto fue mejorar la distribución de los espacios, transformando los patios en elementos clave para proporcionar una mayor entrada de luz y ventilación natural al interior de la vivienda. A través de la redistribución, se logró una mejor conexión entre los distintos ambientes, creando una sensación de amplitud.
Se llevó a cabo una ampliación en la planta alta, donde se reubicaron los dormitorios y el baño, lo que permitió optimizar el uso de la vivienda.
La envolvente de la vivienda se construyó utilizando chapas recicladas, un material que aporta sostenibilidad y robustez a la estructura. Además, al ser iluminadas durante la noche, estas chapas crean un juego de luces que resalta la singularidad y el carácter distintivo de la vivienda, otorgándole una atmósfera única que cambia según la hora del día.